Estos días estoy chof.
Desde que ha empezado, toda la semana ha estado lloviendo (menos hoy, ¡milagro!). Y estoy cansada, sin estarlo y estoy aburrida, sin estarlo y estoy mal, sin estarlo. Es un asco.
Todavía no hemos empezado las prácticas del segundo semestre de fisioterapia, con lo que los horarios aún no están del todo claros. Salimos antes, entramos más tarde. Ya no hacemos algunas asignaturas, ya no veo a algunos profesores (sobre todo a uno que le había cogido cariño. Qué a gusto me reía
de con él. Jajaja) y hay otros profesores que veo demasiado.
Nos han puesto nuevas asignaturas, física (de la de verdad, con fórmulas, :( buaa…) y biología, y por lo que se ve (y se oye) a la gente le parecen sumamente complicadas y aburridas (yo creo que estamos haciendo repaso de ESO, pero bueno…). Con lo que se pasan la clase hablando, hablando, hablando y hablando. Y a mí, me ponen de los nervios.
Los que estáis en la universidad, ¿qué hacéis? ¿Os da igual u os ponéis a gritar como locos que se callen? A mí me da vergüenza, pero ganas de chillar y levantarme para callar la boca alguno no me faltan…
En fin.
Como hace días que he acabado los exámenes, he pensado en volver a ir a clases de patinaje (cosa que os tenía que contar).
El año pasado (que lejano queda), sobre octubre me apunté a clases de patinaje en línea. Tenía muchas ganas de aprender, de ir de aquí para allí con patines. Al principio quise aprender por mi cuenta (menos mal que hice caso a los demás, jajaja). Ahora ya puedo decir que sé patinar. Pero ya está. Como mucho sé frenar si voy a una velocidad lenta, ir hacia atrás (al principio también me salía, pero sin controlarlo yo) y girar. No me veo aún patinando por la calle.
Así que estos días volveré otra vez. A ver si todavía me mantengo de pie, porque con tanto tiempo… creo que se me ha olvidado.